miércoles, noviembre 22, 2006

Ajena

No puedo pensarte ajena
no quiero pensarte ajena
sumida en otras caricias
dormida en otros brazos

¿quien te cuidará mientras sueñas
y escuchará el sonido de tu respiración?
¿a quien le darás tu cuerpo
que fue mio, que ya no lo será más?

Pero a pesar de todo
ya eres ajena
ya no eres más, mía
talvez nunca lo fuiste
talvez solo fuiste un sueño
y todo este dolor que me abruma
sea solo otra pesadilla

La luz

Se ha hablado, escrito y filmado mucho acerca de las posesiones, tanto demoníacas como de otro tipo. ¿será posible? ¿existirá algún tipo de posesión extra corporal de tipo sexual?

El motivo de esta estúpida reflexión es algo que me pasó hace un par de semanas. Estando yo en compañía de una amiga (de ese mismo tipo que ustedes ya saben), me dedique a beber como imbécil una noche en la que estabamos quedandonos en una cabañas junto con otros amigos. La cosa fue que ingerí una generosa cantidad de cerveza hasta quedarme casi dormido fuera de la cabaña. La dama en cuestión me despertó para irme a la cama y, como yo soy todo un caballero, obedecí al instante.

Estando los 2 acostados, en cucharita, yo me dormí por la cantidad de alcohol que llevaba dentro. En mis sueños recuerdo haber visto un punto de luz que se desplazaba por todas partes. Luego ese punto de luz se convirtió en varios, y era como una ráfaga de luz que se movía de aqui para allá. La luz se hacía cada vez más intensa hasta que ... pum !!! se me vino hacia los ojos y me desperté

Pero no fue un despertar cualquiera, no señor. Me desperté "poseído" de una extraña hambre sexual. En realidad no se que carajos fue lo que me pasó, pero me desperté tan arrecho, que tuve que empezar a calentar a la amiguita esta; le pegué tal clase de fornicada que parecía que la pendeja se iba a desarmar; gemía como si la estuvieran matando, cosa que creo que hubiera sucedido si seguía con mi descarga. Después de no se cuanto tiempo de estar bombeando como petrolero en Irak, esta man se dió por vencida y me dijo que ya no aguantaba más, y se quedó dormida. A mi no me quedó más remedio que dormir también

A la mañana siguiente, era tal la cara de satisfacción de la cojuda esta que me miraba como si hubiera llegado al nirvana. Y me hizo una pregunta que desencadenó toda esta diserción de mierda: "¿que te pasó anoche? parece que estuvieras poseído". No sabía que decirle, lo único que se me ocurrió fue darle morcilla otra vez para que se dejara de preguntar huevadas

En verdad aún estoy tratando de sacar en claro si lo que pasó fue solo efecto del alcohol y la arrechera o si alguna clase de entidad supersexual se apoderó de mi. De cualquier modo que haya sido, esa jijueputa se llevó la mejor noche de su vida, y gratis. Espero que, por lo menos, lo sepa agradecer