Existe un debate milenario acerca del hecho de, que es más importante: tenerla grande o saberla usar. Yo me acojo al dicho sabio que reza así: "No importa lo grande ni lo grueso sino el tiempo que permanezca tieso"
No estoy implicando con esto que yo tenga un fideo, de ninguna manera. Prefiero calificarme como un tipo promedio, no son Jhon Holmes pero tampoco soy Pewee (el de Porky's, no el otro). La cuestión es que en mis muchos años de experiencia he llegado a comprender cientificamente (en otras palabras de tanto andar de perro), que lo que realmente importa es el comportamiento pre y post coital; obviamente que el coito en si también es importante, el empuje, el sacrificio, el esfuerzo, dejarlo todo en la cancha y salir con oreja y rabo de la faena.
La huevada es que, a fin de cuentas ¿de que carajos te sirve tener una de 20x5 si te vienes antes de que la de turno se empiece a acomodar siquiera, y luego te disculpas y te largas? No broder, yo me quedo con mi amigo; por presencia no destaca, pero por rendimiento deslumbra; sino me creen, puedo proporcionar referencias.
Las mujeres reaccionan diferente que nosotros, eso lo hemos escuchado durante años. Pero aparte de eso, ellas también reaccionan diferente entre si. Hay las que les gusta suave, las que les gusta duro, las que les gusta sucio (mis favoritas) y las que simplemente les gusta como chucha les caiga (o sea, las bien putas, ojala hubiera más). Pero un factor común de todas es que, la calentadera empieza por las orejas y no me refiero exactamente a morderselas como vampiro, sino a labiarles un rato el cerebro, a calentarles el sarten primero pa que luego les metas la carne.
En este punto es en donde generalmente fallamos los hombres, porque nos lanzamos a agarrar lo que primero se nos pone a la vista, cuando en realidad, lo mejor es esperar un poco, jugar al atento un rato, mientras que ellas hablan sus huevadas primero, y luego hacerles un halago y decirles cualquier mentira acerca de sus ojos, su cabello; decirles que no están gordas ayuda mucho. Y luego, tomar las cosas con calma, ir suave, acelerar de a poco y cerrar con broche de oro.
Un truco muy util a la hora del embiste, es pensar en algo distinto, no concentrarse tanto en lo que estás haciendo o en llegar al orgasmo. Más claro, mientras te la coges, no pienses en Pamela Anderson, no seas pendejo, así se te va el chivo más rápido que a un quinceañero cuando le presentan a manuelita. Mejor piensa en algo que te distraiga un poco, no demasiado, luego la cagas y se te rinde el muchacho. Algo que te distraiga y te ayude a demorar sin que se te caiga. Si ella no ha tenido por lo menos 2 orgasmos antes que tu tengas el primero, vales verga, así de simple
Ahora viene la parte jodida, el post. Ahí se demuestra de lo que verdaderamente estamos hechos. Porque hay que ser muy macho y muy bacán, para quedarse abrazado con la hijeputa de turno después del palo, cuando lo único que se te antoja es salir de la cama y pegarte una biela, un baño y una ruca. Pero no, ellas quieren abrazarte, y que las abraces, sin siquiera considerar el esfuerzo realizado (porque .... que hijasdeputa para vagas). Entonces es cuando uno debe sacar la casta de campeón y calarse el momento kodak por más que te den ganas de sacarla a patadas de la cama. Les aseguro que el esfuerzo, a veces se recompensa, a veces no, pero por lo menos la fama de caballero se mantiene intacta.
Después de decir tanta mierda, que ya hemos escuchado por tanto tiempo y en tantos lados, permitantme decirles que ...... todo es cierto !!! Que satisfacción tan grande es escuchar de labios de una mujer un grito de: ¡¡ YA NO MAS, POR FAVOR, YA NO AGUANTO !! o el otro de ¡¡ ME VOY A MORIIIIIIIIIR !! o el enorgullecedor ¡¡ ERES UNA BESTIA !!
Cuando nos agarran inspirados ..... es jodida la huevada.
